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2 May 2012

La controversia sobre el testimonio de Rigoberta Mench'u

Una copia del texto por Shannon Will acerca la controversia del testimonio de Ribogerta Menchu

Introduccion en ruso sobre el contexto politico de este tema:
"Противоречие" в свидетельствах Ригоберты Менчу о геноциде народа майя - любимейший козырь антикоммунистов, расистов и неолиберальных политологов (или псевдополитологов), которые (включая текст Википедии по этому вопросу) считают, что нобелевский лауреат мира индеанка-киче Ригоберта Менчу якобы наговорила немало лжи по поводу геноцида индейцев майя в Гватемале.
 


Shannon Will (Spanish 4240)

En definir qué es el testimonio y la importancia de ello en la sociedad actual, John Beverly lo explica muy bien en su artículo “Testimonio: The Politics of Truth”. Él define el testimonio como un “novel or novel-length narrative…told in the first person by a narrator who is also the real protagonist or witness of the event…and whose unit of narration is usually a life or significant life experience” (31). Es decir, es una historia de una persona dicha por sí misma, que cuenta de sus experiencias claves en su vida. La experiencia del protagonista en el testimonio suele tener el propósito de comunicar una problema social más grande del individuo, que llama la atención a un cierto estado de represión o sufrimiento de una gente. Proviene el testimonio de los años sesenta, cuando la inestabilidad civil crecía en proporciones inmensas. Los grandes movimientos de la época de la liberación en muchos países, y el radicalismo del día daban la luz a un nuevo estilo de escribir en la América Latina y Norteamérica. John Beverly lo llama la literatura de la resistencia, y la describe como un “direct-participant account, usually presented without any literary or academic aspirations, although often political ones” (32). El testimonio ha servido a la gente marginalizada de resistir su opresión y miseria y despertar en la sociedad su necesidad de liberación.
Uno de los testimonios más conocidos en todas partes del mundo es el de Rigoberta Menchú. Transcrito por Elizabeth Burgos y publicado en 1985, Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia es la dura historia de la vida de Rigoberta Menchú, una india Quiché de la región de Chimel en San Miguel de Uspantán, Guatemala (9). Con las primeras palabras del libro, Rigoberta declara su papel como la voz de los indígenas guatemalteco reprimidas por el gobierno allí. Dice, “Me llamo Rigoberta Menchú. Tengo veintitrés años. Quisiera dar este testimonio vivo que no he aprendido en un libro y que tampoco he aprendido sola…no soy la única, pues ha vivido mucha gente y es la vida de todos. La vida de todos los guatemaltecos pobres…mi situación personal engloba toda la realidad de un pueblo” (Burgos 21).

El testimonio de Menchú abrió los ojos del mundo al sufrimiento y el maltrato de los indígenas guatemalteco durante la guerra civil de Guatemala, que duró desde 1954, con el golpe de estado, hasta el 1996 con el acuerdo de paz. Su testimonio llegó al público durante los años ochenta, los años más violentos de la guerra, en que el ejército mató a 200,000 indígenas bajo el pretenso de derrocar a los guerrilleros comunistas. Sin embargo, el testimonio profundo de Rigoberta cuenta de una historia muy larga de la discriminación y violencia contra los indígenas por la población Ladina y el gobierno. Por el testimonio, y por sus acciones activistas en la liberación popular de los indígenas, Rigoberta recibió el Premio Nobel de la Paz en 1995.

Como activista exiliada de la Comité de la Unidad Campesina, Rigoberta usa su testimonio como una manera de aumenta la conciencia del mundo al movimiento de liberación de la Comité en Guatemala, y la necesidad de apoyo de los indígenas reprimidos. Por eso Rigoberta habla en pleno detalle de su juventud dura, las costumbres tradicionales de su etnia, el trabajo del pueblo en las fincas y su tratamiento recibido allí, las instancias de represión por el ejército y la sublevación subsiguiente de los pueblos indígenas. Como los indígenas no hablaban el castellano, y por su exclusión de la sociedad corriente, eran tratados como animales, y Menchú cuenta libremente de los horrores y torturas impuestos a su pueblo y su familia.

Un ejemplo fuerte del maltrato por los Ladinos es su experiencia como sirvienta en la Capital cuando tenía doce años. Para ganar dinero para que su familia sobreviviera la pobreza, fue a trabajar como sirvienta doméstica de una Señora ladina en la Capital (Burgos 117). Cuando llegó, la Señora la dio unas tortillas tiesas para comer, y eso nos dice es lo que sucedió: “Vi que la sirvienta sacó la comida del perro. Iban pedazos de carne, arroz, cosas así que comieran los señores. Y a mi me dieron un poco de frijol y unas tortillas bien tiesas. A mí eso dolía mucho, mucho, que el perro había comido muy bien y yo no merecía la comida que mereció el perro” (Burgos 118).

Otra experiencia muy dura que cuenta de su vida es ver la muerte de su hermano por ser quemado vivo. Rigoberta cuenta como, con todo el pueblo, miraba mientras el ejército prendió en fuego los hombres secuestrados y torturados por luchar con los comunistas (Burgos 204). Cuando murió, su hermano tenía dieciséis años, y lo había torturado y cortado partes de todo su cuerpo. Esto, dice, Rigoberta, vio con sus propios ojos, también con su madre y padre.

Aunque la historia de Rigoberta Menchú sacó luz a tales actos crueles como este por parte del ejército contra los indígenas Guatemaltecos, también pronto dio luz a una gran controversia, empezada por las publicaciones de David Stoll. En su artículo “Rigoberta Menchú and the Story of All Poor Guatemalans”, describe como, influido por el testimonio fuerte de Menchú, fue a Guatemala al Pueblo Ixil (cerca del pueblo de Rigoberta) para aprender más del sufrimiento de los indígenas por las bocas de otros. Sin embargo, cuando les preguntó sobre la quema de gente viva en Chajul, un hombre allí respondió, “The army burned prisoners alive in the town plaza? Not here” (Stoll 2). Recibió la misma respuesta por siete otros. Así empezó sus sospechas: ¿Es posible que sea una mentira lo que dijo Menchú sobre su hermano? ¿Y sí, qué más sería mentira? ¿Mereció Rigoberta el Premio Nobel de la Paz, entonces, si su imagen como santa y heroína en el movimiento de liberación sea empañado por mentiras? Por lo tanto, Stoll publicó artículos que la denunciaron, y justificaron su duda si Menchú merezca el Premio Nobel que ganó por el libro.

En el artículo antedicho, presente ciertos argumentos que aumentaron su sospecha contra Rigoberta. Primero, decía que aunque Menchú vio la muerte de su hermano y veintitrés otros, pero nadie con que habló Stoll de Ixil corroboró este historia, así que la mentira le queda Stoll bien desilusionado de la activista estimada, vista como una santa patrona (Stoll 2). Expresa su desilusión en la página doce cuando dice, “But if Rigoberta´s version of events was misleading…her story was encouraging misapprehensions about the problems facing peasants” (Stoll). Rigoberta Menchú logró su credibilidad por la intimidad de su historia de respresión, una historia muy familiar para muchas personas. Sin embargo, desde el principio sus lazos políticos fuertes aumenta la sospecha de la parcialidad en su propio país (Stoll 5). Como Rios Montt está en el poder, se prohíbe el libro en Guatemala. Es posible, según Stoll, que su historia sea exagerado para glorificar el movimiento revolucionario y justificar las acciones de los guerrilleros (5). Es más, la imagen que expresa en su testimonio de los guerrilleros como luchadores del pueblo y la liberación no son compartidos por los indios que entrevistó Stoll. “Instead of being popular heroes,” dice Stoll, “the guerrillas were, like soldiers, people with guns who brought sufferin in their wake” (8). Fueron los primeros armados, según él, y luego llegó el ejército con sus asaltos y secuestros. Los indígenas no pudieron excluirse de la lucha, y luchan con el ejército y son matado por los guerrilleros, o luchan con los guerrilleros y son matado por el ejército (Stoll 10). Aunque en el tiempo del testimonio de Rigoberta, había más emoción y apoyo para los guerrilleros, en los años de la investigación de Stoll los guerrilleros estaban perdiendo y el pueblo se desilusionaba de la causa guerrillera; y más aún, se cansaba de toda la violencia.

Inmediatamente después de publicar sus acusaciones, Stoll provocó una reacción muy fuerte contra sus ideas. Muchas meramente fueron ofendidos por lo dicho, y no creían que tuviera el derecho a contradecir una historia tan brutal y personal. Otros, como Arturo Taracena, cuyo entrevista se publicó en el libro The Rigoberta Menchú Controversy por Arturo Arias, denunciaron las ideas de Stoll con otros argumentos justificados. Taracena fue el que presentó Rigoberta a Elizabeth Burgos para hacer su testimonio con Elizabeth Burgos. Dice que porque Rigoberta no vio la versión final del libro, no pudo hacer correcciones a lo que se escribió, pues no sea muy justo acusarla por medio del libro. Es más dice Taracena, “Stoll doesn´t try to affirm the testimonies he gathered, only those made by Rigoberta” (Arias 90). Solo entrevistó a la hermana de su padre sobre la muerte de su hermano y no le preocupó por verificar la palabra de sus propias fuentes. Por eso Stoll fue parcial en su misión de desenterrar las mentiras de Rigoberta, no la verdad corroborada por otra gente.

Con respeto a la controversia, Taracena no negó la idea que la manera de morir su hermano sea mentira, pero dice que, por un lado, no de quién es la mentira exactamente, y por otro, no importa porque el testimonio no es personal sino una representación de la experiencia del pueblo. Lo que pasó a uno lo siente toda la gente, y esta idea de la memoria colectiva es lo que no entiende David Stoll. Dice Taracena, “What Stoll really doesn´t understand is the narrative voice of the book, that an indigenous person considers both the individual context and the collective context, and that these two become intertwined (Arias 91). Aunque en realidad no se sabe cómo murió su hermano secuestrado, sabe lo que ha pasado a otros, y esto la interiorizaba y lo hacía parte de su experiencia individual.

Después de leer el testimonio de Rigoberta Menchú, y también ambos argumentos sobre la controversia, estoy de acuerdo con lo que dice Taracena, y no creo que las acusaciones que Stoll hace hacia Rigoberta sean fuertes, ni importan lo bastante como para desafiar su credibilidad y el hecho que merecía el Premio Nobel de la Paz. En primer lugar, el premio no lo recibió solamente por publicar el libro, sino por sus grandes acciones políticas en la revolución y el movimiento de liberación de la gente indígena, y sus esfuerzos hacia el despierto de la conciencia del mundo sobre las atrocidades que pasaban en su país. El libro puede ser totalmente ficción, y el hecho que aumentó la conciencia de la sociedad sobre los eventos verdaderos en Guatemala es bastante para merecer el premio. También, con respeto a la memoria, es importante recordar que la memoria personal no es perfecta, y una persona con tanto dolor en la vida va a confundir eventos, especialmente cuando la experiencia se comparte con todo un pueblo. Las historias de ellos se van a mezclar con su propia historia y formar una conciencia y mentalidad colectiva. Lo importante es que cosas así como la muerte y tortura de su hermano pasaron, y el mundo debe saberlo. Es más, sí es verdad la muerte horrible de su madre, pues ¿por qué tanto peso en la muerte del hermanito? ¿Una atrocidad no es bastante para verificar un testimonio?

El hecho que Stoll nunca mencione sus fuentes hace su argumento muy débil. Si no puede confiar en la palabra de Rigoberta, tampoco puede confiar en la palabra de nadie fácilmente, y sin verificación el argumento no es nada. Más importante es entender el contexto en los años de la investigación de Stoll. Hizo su investigación en 1987-1989, los años del pico de la guerra, y de la mayor violencia contra los indígenas. Entonces los indígenas que entrevistó ya no estuvieron en posición de expresar sus opiniones libremente sin consecuencia. Pues, ¿Como sabemos que sus fuentes dijeron la verdad si había una gran represión y miedo de hablar y vivir libremente? Quizá hablaron así para protegerse sí mismos y sus familias. Finalmente, de todos modos no importa si es exacto todo el testimonio. Aunque dice Beverly que los lectores están en posición de confiar en la palabra del autor, esto no es el propósito clave de un testimonio (33). Lo importante del testimonio es resistir y luchar contra la marginalización de una gente con una historia personal, y aumentar la conciencia de otras. Esto realizó el testimonio de Rigoberta Menchú, por eso realizó su oficio como testimonio perfectamente, y las acusaciones de Stoll no importan.

Bibliografía

Arias, Arturo, ed. The Rigoberta Menchú Controversy. Minneapolis, MN: University of Minnesota Press, 2001.

Burgos, Elizabeth. Me llamo Rigoberta Menchú, y así me nació la conciencia. Siglo veintiuno editors, 1985.

Stoll, David. Rigoberta Menchú and the Story of All Poor Guatemalans. Boulder, CO: Westview Press, 1999.